Todos los perros, sin importar la raza, siguen una trayectoria de desarrollo similar a la de los humanos, alcanzan la pubertad alrededor de los 10 meses y mueren antes de los 20 años. Pero para aumentar sus posibilidades de encontrar factores genéticos asociados con el envejecimiento, el equipo cientefico se centró en una sola raza: Labrador retrievers.
Ya sabíamos que los perros tienen las mismas enfermedades y disminuciones funcionales del envejecimiento que los humanos, y este trabajo proporcionó la evidencia de que también están ocurriendo cambios moleculares similares durante el envejecimiento.